Artículo publicado por primera vez en Mexico Business News, octubre de 2023. Reutilizado con autorización.

No se pueden extraer minerales de menas de sulfuro sin crear relaves y sin utilizar agua. Sin embargo, esto se puede hacer con menos agua. He aquí cómo algunos de los líderes mineros de México están reduciendo su consumo de agua y haciendo que sus minas sean más seguras al mismo tiempo.

Los relaves suelen almacenarse en presas. Si no se diseñan, construyen, gestionan y controlan adecuadamente, las presas de relaves pueden fallar y tener consecuencias catastróficas para las comunidades y los entornos cercanos.

Sin embargo, los relaves son un subproducto inevitable del proceso de extracción de minerales. En pocas palabras, los relaves son el material fino que queda después de extraer un mineral valioso de una mena sulfurosa. Los relaves suelen adoptar la forma de un lodo espeso que tradicionalmente se bombea a enormes presas de relaves donde una parte del agua se recicla de nuevo a la planta de procesamiento. En la presa de embalse, los sedimentos se asientan y el agua de la superficie se evapora lentamente, por lo que es necesario reponer agua fresca para satisfacer las necesidades de agua de la planta de procesamiento.

Encontrando una mejor manera

México tiene muchas razones para querer reducir la intensidad hídrica de las operaciones mineras. La seguridad del agua es una prioridad para el gobierno, las empresas y las comunidades. El Gobierno Federal está claramente decidido a mejorar la seguridad hídrica nacional y recientemente ha promulgado una nueva ley minera que, entre otras cosas, endurece los permisos de extracción de agua.

Al mismo tiempo, aumentan los riesgos potenciales relacionados con los relaves tradicionales «húmedos». Los datos sugieren que la tasa de incidencia de las roturas de presas en todo el mundo se mantiene estable (alrededor de 5 roturas al año), aunque el impacto de estas roturas se ha agravado considerablemente, en gran medida porque muchas de ellas son embalses de relaves heredados de una época en la que la normativa era menos estricta. Los volúmenes de vertidos aumentan, las víctimas mortales se incrementan y el impacto medioambiental puede afectar a zonas más extensas. En pocas palabras, cuantas más minas utilicen relaves «húmedos», mayor será el riesgo.

Los líderes ya están actuando

No es de extrañar que muchos propietarios de minas se pregunten cómo podrían mejorar su eficiencia hídrica y aumentar la seguridad general reduciendo la cantidad de agua en sus relaves. Algunos -los que trabajan con arcillas densas, por ejemplo- tienen pocas alternativas. Pero un número significativo de ellos está descubriendo que cada vez hay más opciones para mejorar el uso del agua en los relaves.

Ausenco ha completado recientemente un proyecto en el centro norte de Sonora. Se trata de un proyecto de plata y oro de alta ley en un lugar remoto y montañoso. Las temperaturas medias rondaban los 34 C. Las precipitaciones medias eran inferiores a 350 mm anuales. El agua necesaria para las operaciones debía bombearse más de 10 km por terreno montañoso.

Tras estudiar varias opciones, el equipo del cliente optó por una solución de relaves filtrados. Estos relaves usaron una serie de tecnologías para eliminar y recuperar rápidamente la mayor cantidad posible de agua de los lodos. El material resultante fue lo suficientemente estable como para apilarse con poco o ningún riesgo de colapso o fallo. Este enfoque permitió a nuestro cliente reducir su consumo total de agua en casi un 30%.

Un mundo de oportunidades

Los relaves filtrados son una buena forma de mejorar la eficiencia hídrica de una mina. Pero no es la única. Existe una amplia gama de tecnologías que pueden aplicarse en casi todas las fases del ciclo minero.

En el frente de la mina, estamos viendo cómo las empresas aplican tecnologías como Minesense, que mide la ley del mineral en cada pala mientras se carga en los camiones. Esto permite a los operadores separar rápidamente los residuos de baja ley del mineral de mayor ley -antes de que pase al ciclo de procesamiento-, con lo que se ahorra una cantidad significativa de energía y agua posteriormente en el proceso.

Del mismo modo, hay varias tecnologías de procesamiento que pueden ayudar a los operadores a rechazar la roca estéril y el material en una fase más temprana del proceso. El cribado puede ayudar a eliminar el material más grueso de la alimentación del molino. La clasificación a granel utiliza sensores para eliminar el material de baja calidad de la descarga de la trituradora primaria. La flotación de partículas gruesas (CPF, por sus siglas en inglés) permite que los relaves salgan en un estado similar a la arena, que es mucho más fácil de secar y mucho menos difícil de gestionar.

Todas estas tecnologías funcionan actualmente en minas de todo el mundo. Se han probado y medido. Y los primeros indicios sugieren que -cuando estas tecnologías se aplican conjuntamente- pueden ayudar a reducir el consumo de energía y agua a la mitad, eliminando prácticamente la necesidad de las tradicionales presas de relaves «húmedos».

Poner a México a la cabeza

Creo que México podría -y debería- convertirse en un líder mundial en tecnologías mineras eficientes en el uso del agua. Sin duda, México tiene la necesidad, la oportunidad y el estímulo para impulsar la innovación y la adopción en este ámbito. Todas las empresas mineras de México han mostrado interés en encontrar formas de reducir su consumo de agua. Las nuevas leyes mineras proporcionan un catalizador adicional a los propietarios que buscan desarrollar intereses en todo el país.

Sin embargo, también será necesaria la colaboración entre la industria minera, la comunidad empresarial y el gobierno. La industria minera tendrá que estar más dispuesta a intercambiar cierto margen a cambio de una mayor eficiencia y un menor riesgo. La comunidad empresarial tendrá que ayudar a fomentar los nuevos ecosistemas que tendrán que crecer para ofrecer estas nuevas tecnologías. Y los gobiernos tendrán que encontrar formas de influir en la relación costo/beneficio de la inversión para las empresas mineras.

Reducir el consumo de agua en la minería es bueno para todos. Y, con las tecnologías y enfoques actuales, la industria minera dispone de los medios para empezar a reducir realmente el consumo de agua en todo el ciclo de vida operativo. Es una oportunidad que ni ellos ni la población de México pueden desaprovechar.

Contacta con Lorena Montaño para más información.